Jay-Jay Johanson, piano y voz. Erik Jansson, teclados. Magnus Frykberg, batería.
El artista sueco Jay-Jay Johanson se ha convertido en el gran crooner de la era electrónica, un Sinatra postmoderno, con unas composiciones exquisitas de aire melancólico y sugerente, una gran capacidad para emocionar con una facilidad innata para las melodías, una voz que acaricia suavemente, y esos embriagadores y sugerentes ritmos que elevan sus canciones de lo sutil a lo sublime, con sonidos más cercanos al jazz o incluso a la bossa nova. La composición de las canciones es infalible y las palabras tienen una poesía contenida.
El año pasado, 2019, publicó su décimo cuarto álbum, ‘Kings Cross’, con el que siguió sumando en su haber exquisitas canciones melancólicas y elegantes con su fórmula infalible y un estilo que en directo rezuma una imponente y elegante personalidad.
Este año, 2020, se cumplen 20 años de ‘Poison’, el tercer y más exitoso disco de su carrera, y lo celebra con una gira especial. En ‘Poison’ Johanson contó con las aportaciones de Robin Guthrie (Cocteau Twins) para crear un magnífico álbum en el que todas aquellas cualidades bien insinuadas y los coqueteos con el trip-hop y el jazz de sus trabajos previos resultaban concluyentemente definidos y realzados. Es un disco lleno de sofisticados detalles, inesperados riffs, melancólicos bucles, canciones laberínticas, explorando sus obsesiones con sensibilidad contemporánea.
Jäje Johansson (nombre real de Jay-Jay) nació en Trollhättan, Suecia, donde estuvo inmerso en la música desde los siete años que comenzó a estudiar en un conservatorio musical, en el que aprendió a tocar el piano, el saxofón y el clarinete. Durante su juventud compaginó sus estudios de diseño con su trabajó como disc-jockey.
Fue en 1996 que ese joven fascinado por el sonido de Bristol, el trip-hop, golpeó por primera vez, con delicadeza, nuestros tímpanos. Su álbum de debut ‘Whiskey’ puso a este escurridizo y elegante sueco en el mapa, el comienzo de una apasionante aventura que cuenta ya con más de veinte años de trayectoria profesional y más de una decena de discos publicados con los que ha acariciado una multitud de estilos.
Arrancó su carrera retomando las lecciones magistrales de Portishead y Massive Attack a cuenta propia, bebiendo también de muchas otras influencias musicales que iban desde Lee Hazlewood, el pop de Talk Talk o Nilsson, pasando por John Coltrane, Johnny Hartman, Michel Legrand, Francis Lai, el inmenso Serge Gainsbourg y todo un ejército de jazz intimista o grabaciones sinfónicas de todas las procedencias imaginables.
Tras digerir ese nutrido árbol genealógico de influencias, Johanson pasó a crear su personalísimo estilo inyectando generosas dosis de lirismo, romanticismo, y dosis de vanguardia digital a los ambientes de bandas sonoras que tanto le gustan.
Jay-Jay Johanson demuestra la facilidad que tiene en crear unas melodías sugerentes con ritmos definidos entre influencias pop, jazz intimista, sonidos elocuentes con sinfónicas de fondo, hasta llegar a sonidos trip-hop con un pulso metálico electro-pop.
En su ya extensa carrera ha realizado numerosas giras por los cinco continentes y colaborado con otros ilustres como Cocteau Twins o los alemanes Funktörung, entre otros hitos.